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alrededor de este toldo somos tragados:
el calor quema en enero persisten los licores entre nuestros pies inescrupulosa entrega
breve diluirse metros inhabilitados gases sobre los quejidos bajo este cono pardo
donde no corre el viento ni una céntima la mezcla gaseosa que dilata en huracanes
y cabellos que encienden ojos o pelvis poco importa
nos dejamos agotar en eso
que sufrimos o que nos lleva a mirar un poco más
o es el contorno que da sustento
caminamos o respiramos apenas como en un círculo sin aire
en clausura con el griterío abandonado de lo que nos falta
y bordeando esa línea de sombra
nos dejamos ahí: raíz luminosa
Dios al que llamamos impacientes
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desde esta rendija la turba nos llama despacio:
colchones apilados de día revuelven sus encarnados pies esculpen plumas
mientras nos picotean sus esferas nocturnas: reverberan
lo que no está este desoír este haber perdido todo y permanecer:
la vecina de doce no habla ni ríe
hay días en los que Dios nos hace seguir entre los quiebres de un blindado:
abrazar a un hijo que no puede no llora
al olor todavía violáceo caliente embutido la lluvia que vuelve
y burlar ese ahogo como arterias que se recomponen
desplazar el encierro
entonces la obstrucción se derrama el día se abre
tonos blancos tatuándose entre los dedos
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con el sonido de la cascada presiente su punzón
entre sus hombros negros y fríos
la punta desgarra como un dibujo en círculos
gira y cala esas capas blancas diminutas casi inexistentes
y tiene arena mojada entre las garras devora colibríes
entre tanto roe como cualquier animal
larvas escondidas bajo tantas tierras
es la cascada su furia
y el alacrán entre sus hombros
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alzo la nariz como quien espera ahí abajo
el techo la lluvia algunos charcos
con el reflejo de quien cae
el pozo el agua acumulo en el torso
encojo los brazos así mientras veo
el pantalón azúl de Raúl veo
ese que es más un color que un pantalón1
escribir cuentas y versos veo
sacados de ese golpetear entre los bártulos
de ese grano de salvación
escondiendo diminutos jazmines
tirando las costras de este patiecito
como quien los deja brillar blancos o verdes otro día más
Publicados en al ras, Ediciones La Biblioteca, colección miliuna, septiembre de 2013, Buenos Aires.