CORONA- Paul Celán

De la mano me come el otoño su hoja: somos amigos.
Mondamos el tiempo de las nueces y le enseñamos a andar:
el tiempo retorna a la cáscara.

En el espejo es domingo,
en el sueño se duerme,
la boca habla verdad.

Mi ojo desciende hacia el sexo de la amada:
nos miramos,
nos decimos algo oscuro,
nos amamos mutuamente como amapola y memoria,
dormimos como vino en las conchas,
como el mar en el resplandor sanguíneo de la luna.

Estamos abrazados en la ventana, ellos nos ven desde la calle:
¡es tiempo de que se sepa!
Es tiempo de que la piedra consienta en florecer,
que a la inquietud le palpite un corazón.
Es tiempo de que llegue a ser tiempo.

Es tiempo.

 

P. Celán, Poemas, Trad, Pablo Oyarzún, ed. electr. www.philosophia.cl.

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