1
no hemos querido saber
acariciar
y ha habido otra confianza
otros alfabetos
junto al sud que despierta
en las palmas siguientes
nuestra unión retenía su delirio
y batía su mirada
sin otra ayuda que los pasos
a pleno aire
desaparece su error
y el silencio no necesita de mi infancia
son las palabras
los nuevos desiertos
poblados por la virtud que ascienden cada día
que parten confiados a la ciudad
para dibujar el absoluto ardiente de los bares
2
ninguna soledad existe
ningún eco de los ojos
unidos sobre las manos
los nombres
para sostener lo mejor de cada uno
tu evidencia prolonga la tierra
tus labios halagan el sobresalto
tu alegría
tu tristeza
extreman la libertad de los refugios
tus puertas han desplegado sus molinos vivientes
tus palabras guardan para todos el hábito de las pupilas
esta noche te rodea como el curso de un río
Edgar Bayley- Poesía Buenos Aires (X10), Editorial Leviatán.