Don Raúl lleva un pantalón azul marino
y atraviesa la calle temprano
para reirse a carcajadas con el vecino.
Negro bueno.
El azul del pantalón de Don Raúl
parece pintado por un pintor;
es más un color que un pantalón.
Me quedo pensando:
qué tiene que ver
el pantalón de don Raúl con el momento
en que Pilatos decide la inscripción:
JESÚS NAZARENUS REX JUDEORUM.
Yo no sé en qué
pero sé que existe un grano de salvación
escondido en las cosas de este mundo.
Si no, cómo explicar:
el rostro de Jesús tiene manchas moradas,
reluce el broche de bronce
que prende las capas en los hombros de los soldados romanos.
Un rayo hiere el cielo: amarillo-azul profundo.
Los rostros quedan pálidos, del color de la tierra,
el color de la sangre pisoteada.
¿De qué color eran los ojos del centurión convertido?
El pantalón azul de don Raúl,
para mí,
es parte de la Biblia.
Adelia Prado, El corazón disparado, Editorial Leviatán, Buenos Aires, 1994.