“Rajastán es un desierto extraño. Allí donde puede haber algo de vida, aparecen ingentes cantidades de agricultores. Los trabajadores del canal no son menos extraños, no menos que las mujeres; mujeres de coloridos vestidos, adornadas con pulseras brillantes, aros, collares; mujeres con alhajas que se antojan soldadas a su piel, hermosas guerreras de extraordinaria dignidad que arremeten contra la tierra”.
Sebastián Salgado
Sebastián Salgado